A4 de literatura: Café con Letra N° 3

Editorial -
Lima, julio 1999

"...y el aroma del café con su insomnio húmedo, oscuro, intenso". Wáshington Delgado.

Me resulta difícil suponer que exista un minúsculo número de lectores limeños que no hayan comprado alguna vez un libro pirateado, ya sea por respeto a los derechos del autor, por temor de la propia conciencia o porque les sobre la plata. Y es que decirle NO a la piratería llega a constituir un loable acto cívico, si se considera los elevados costos de cualquier ejemplar en librería y los extremadamente tentativos precios de regalo que al paso nos ofrecen los ambulantes piratas (casi siempre en los semáforos rojos de cualquier esquina). Además, porque gracias a dicha heróica actitud pueden subsitir todavía viejas librerías y algunas firmas editoriales en nuestro medio.
Sin embargo, y sin ánimo de justificar la piratería, pienso que es la propia falta de ediciones populares (libros de bolsillo, una especie de "pueblilibros", etc.) lo que alimenta en gran parte ese oscuro mercado paralelo.
Imaginemos, a propósito de la Feria Internacional del Libro de Lima (acontecimiento que busca alcanzar a los lectores las obras más significativas de las editoriales nacionales y extranjeras), otra Feria Internacional del Libro Pirata. En cuestiones de ventas, me imagino a la segunda todo un éxito: gente amontonada arranchándose ejemplares de los más reconocidos autores y de las últimas traducciones científicas al español. Y en cuestión de lectores: sería fácil pensar que nadie compre ediciones baratas para lucirlas en una biblioteca particular, ni como obsequio lujoso, sino para leerlas de verdad; por lo tanto, llegaríamos a estimar que la segunda feria superaría también con gran margen a la primera. En cuanto a los eventos paralelos al comercio: en la feria imaginada tampoco faltarían los recitales, conciertos, conferencias; aunque de hecho no habría algún puesto con autores dispuestos a autografiar ejemplares. Pero, ¿sería posible una Biblioteca Ambulante como parte de las actividades en ambas ferias?: imposible; las metas de ambos acontecimientos habrían de seguir apuntando siempre a la VENTA.
Visto de este modo, creo que la preocupación principal frente a la piratería debe centrarse en promover la LECTURA, sobre todo entre niños y jóvenes, para que, a la larga, todos - editores, consumidores, autores y lectores -, podamos cosechar los frutos que consigo arrastrará la cultura, por ejemplo: el afianzamiento de los valores, entre ellos, el respeto a la propiedad intelectual.
Ofeliah.
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(Publicado en Café con Letra, A4 de literatura, distribución gratuita, mil ejemplares, N° 3, julio 1999 Lima,
Perú)

Imagen: Detalle cuadro "Velleda" (Camille, 1640).