Versos musicales a luz de luna en ACORDES SELÉNICOS, de Agustina Ortiz

 

Acordes Selénicos (Múnich: Café con Letra, marzo 2024; [plaquette, 8 págs., A6]), de Agustina Ortiz

Las artes literarias, en los tiempos que corren, muy rara vez no interactúan con disciplinas vecinas. En la selección de versos de Agustina Ortiz, Acordes Selénicos  (Múnich: Café con Letra, marzo 2024; 8 págs; A6), se publica una muestra de textos  —tomados de tres poemarios suyos, publicados en México y Argentina— que a trasluz de luna dejan leer sus entrelíneas: un lugar donde reviven los maestros inspiradores, las poéticas, la interacción con otras pasiones, en este caso, la música. Y es que los referentes a melodías y sonidos armónicos proveen a estos textos de un halo singular y proporcionan el marco a muchos escenarios que, bajo influencias selénicas, bien pueden albergar sentimientos afiebrados, extremos, que afectan, o pasan rozando, pero se dejan sentir sin miramientos. 
      Ése es el caso del primer texto que abre esta selección. Bajo el título «Naturaleza viva» la voz poética nos lleva a la reminiscencia de los amores rulfianos de Pedro por Susana, haciendo mención explícita del lugar: Comala, puesto que los territorios marcan los amores cual sello de ganado, creado con dolor y vuelto memorial, eterno, semental, o sea, imperecedero como la naturaleza misma. Se trata del poema extraído del volumen Eco de las sombras (México, 2012), cuyo título Agustina Ortiz recoge de un fragmento del Pedro Páramo de Juan Rulfo: "Carretas vacías, remoliendo el silencio de las calles. Perdiéndose en el oscuro camino de la noche. Y las sombras. El eco de las sombras "; cita que también es epígrafe al mencionado poemario de Ortiz. Este primer poema constituye en Acordes Selénicos (2024) la 'overture' a una poética de los cuerpos, que pareciera consustancial a los 'cuadros' de amores y de amantes.
      Los tres siguientes textos («El traje negro», «Bajo la luz fatigada de una lámpara», «[en prosa; sin título:] Busqué la luna...») pertenecen al poemario Luna de Papel  (Argentina, 2015). En ellos están presentes las referencias a una acústica mostrada como inherente a toda relación apasionada, donde los cuerpos amantes son materia y creencias, a la vez, que suelen combinarse con la luz o la oscuridad; así, por ejemplo, en el primero se lee: "mil dedos y joyas prestadas / usé para encender / la acústica del fuego / scherzo allegro vivace / grande valser brillante"; y en el segundo: "[sus cuerpos] hurgan los códices / y consumen las figuras milenarias / para ser cometa y anillo de agua / esta noche de cigarras". La voz poética echa mano de los elementos naturales y siderales: el fuego, el agua, los cometas, los insectos, la Luna, la noche, el amanecer; aunque también culturales: la letra, los códices, una cárcel, una habitación, para configurar las metáforas de sus escenarios textuales.
      Los cuatro siguientes poemas son parte de la entrega más reciente de Ortiz: El disco de acetato toca Paradise (Argentina, 2022). En ellos las referencias a melodías y músicos son explícitas y forman parte de la continuidad de una poética de los cuerpos, ya presente en sus poemarios anteriores. Ésta consiste en la aceptación del lado inasible de la materia corporal, que cobra vida en la prolongación que el tiempo da a ciertas vivencias, a través de los recuerdos o las herencias: "Arranco con las manos mis nombres", inicia el poema «Regreso a lado oculto de mi cuerpo»; y el siguiente, «La tierra pide el cuerpo», comienza con un verso que completa el título: "de los que tocaron notas falsas / sobre el piano";  "Ahí mismo los cuerpos florecen / en las sinfonías de noche", se lee en el poema «Hundidos en las prohibiciones»; y en «Siempre el intento por remendar» se menciona a Gato Barbieri, nombre que despierta conexiones inmediatas con el tema de la película El último tango en París (1973), de cuya banda sonora él fue compositor. 
      En la selección de poemas reunidos bajo el título Acordes Selénicos  (2024) se evidencia, pues, un lenguaje de alta carga sensitiva y sensorial, que es la materia prima de la que se nutren las melodías textuales, llenas de emoción y sensaciones, con que Agustina Ortiz demuestra ser dueña de una voz lírica de sólida madurez.

Ofelia Huamanchumo de la Cuba 
Múnich, marzo 2024.

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AGUSTINA ORTIZ  (México  / Múnich)  es Licenciada y Maestra en Letras Hispánicas por la Universidad Estatal de California, Los Ángeles.  Ha sido docente en instituciones educativas de Estados Unidos y Alemania. Es autora de los poemarios El eco de las sombras (México, 2012); Luna de papel (Argentina, 2015) y El disco de acetato toca Paradise (Argentina, 2022). Desde 2004 vive en Múnich. 

Reservierung empfohlen: info@ofeliahuamanchumo.com

Diez años de herencia poética 'novísima'

LEOPOLDO MARÍA PANERO, POR ÉL MISMO (München, 5 März 2024)

Al poeta Leopoldo María Panero

Hace diez años el mundo de las letras castellanas y de la poesía novísima se vio conmovido por la partida de Leopoldo María Panero, internado desde hacía varios años atrás en un sanatorio psiquiátrico en Las Palmas de Gran Canaria. Desde ese territorio español frente al África Leopoldo María Panero se trasladó en el año 2008 hasta Gandía, invitado por la firma Palmer Giles Vidres. Dicha empresa, de forma extraordinaria, participaba en el Festival de las Fallas de Gandia (a celebrarse del 18 al 20 de marzo) con la exposición de una única falla a base de cristal —bautizada como Falla de Vidre— y no, del tradicional material combustible de papel y cartón con el que se fabrican las figuras gigantes a quemarse en esos días festivos. Aquella moderna instalación de vidrios azules —colocada en el Patio de Armas del Palacio Ducal de los Borja del 15 de marzo al 5 de abril— comprendía además un programa cultural —que abarcó teatro, danza, canto, proyecciones audiovisuales y poesía— en el que Leopoldo María Panero participó como invitado especial en la vernissage y los cuatro días siguientes. 

De las entrevistas al poeta más maldito de todos los 'novísimos' me queda el recuerdo de un ser impresionante y lúcido, a pesar de la oscuridad en la que tal vez se sumían sus ideas más cuerdas, ya en esos años. La sensibilidad estética no la perdió nunca ni el fuego para encender cualquier lectura de poesía. 

Hete aquí cuatro poemas, grabados mientras lo entrevistaba durante esos días*, para volver una y otra vez sobre su legado: 

--> LA TEA HUMANA

--> ABANDONO (Fragmento)

--> AMANECER EN LA BIBLIA

--> OCTAVO POEMA DE LA VIEJA

Ofelia Huamanchumo de la Cuba

Múnich, 5 de marzo de 2024



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* El poeta Leopoldo María Panero (Madrid, 16 de junio de 1948 – Las Palmas de Gran Canaria, 5 de marzo de 2014) participó en recitales poéticos y diálogos con periodistas en el Patio de Armas del Palacio Ducal de los Borja, en Gandía, Valencia, entre algunas mañanas y tardes, y las noches del 15 al 19 de marzo del año 2008, y regresó a Canarias el 21 de marzo. Para darle un toque performático a la inauguración de la exposición, el poeta y el moderador se acomodaron al interior de la jaula para aves exóticas, que data del siglo XVII y que hoy, renovada, adorna aquel recinto.

(De izq. a der.) Leopoldo Maria Panero y el moderador (Gandia, 2008)