Las bibliotecas

 



"Las epidemias, las discordias heréticas, las peregrinaciones que inevitablemente degeneran en bandolerismo, han diezmado la población. Creo haber mencionado los suicidios, cada año más frecuentes. Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana —la única— está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta."          La Biblioteca de Babel, Jorge Luis Borges                                                                                                


          «En la biblioteca de un centro de idiomas ubicado en la ciudad de Lima allá por los años noventa del siglo pasado una de las pocas bibliotecas que ofrecían estantes de libros para lectura presencial en esa época se hizo un estudio estadístico sobre pérdidas de libros (bajo la causa "no devuelto" o "ejemplar desaparecido en sala") y resultó ser que "se perdían", si mal no recuerdo, dos libros por día, y aquella biblioteca solo abría 6 horas al día, de lunes a viernes. De leyenda. Bien; pero actualicemos. Un programa de fomento de lectura de la ciudad de Lima vino a ofrecer hace un par de años el servicio de préstamos de libros para lectura durante el viaje en transporte público. En el primer año se registraron pérdidas del noventa por ciento de los ejemplares. Menos mal que, con las campañas de "educación civil" que se vio obligado a crear aquel programa para subvertir tamaña ignominia, se logró casi revertir la cosa en un año más. Increíble fenómeno; o milagro de octubre limeño...»


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