Apuntes en torno a la “Violencia Urbana” como tema central
del cine y la literatura en Latinoamérica
¿Violencia en la urbe o violencia de la urbe?
El término “violencia urbana” parece encerrar a todos los tipos de manifestaciones de violencia que ocurren en un lugar específico que podemos reconocer como “la urbe” o “la gran ciudad”; sin embargo, hemos de aclarar que el adjetivo “urbana” no sólo podría referirse al lugar geográfico de ubicación del fenómeno “violencia”, en contraposición a violencia rural, por ejemplo, sino que parece personificar a la ciudad misma como actriz ejecutora del fenómeno, es decir, se puede referir también a la violencia que la urbe misma, por inconmensurable e inasible, ejerce sobre sus ciudadanos.
Como si se tratara de un círculo vicioso entenderemos entonces la “violencia urbana” en su doble acepción: como aquella violencia que ejerce la ciudad sobre sus habitantes y como referencia a aquella otra que los habitantes practican como respuesta a la que se ejerce sobre ellos.
Ambos tipos de caras que abarcan el término mencionado han sido objeto de tematización en las novelas y películas de los últimos años en Latinoamérica, no sólo gracias a viejos mitos existentes y de recorrida tradición en la literatura y el cine mundiales, sino que se muestran como fenómenos surgidos de la realidad latinoamericana. Dado que los diferentes métodos que han logrado convertirlos en tema central de obras de arte varían según hayan sido tratados por la novela o el cine, no será apropiado comparar unos géneros frente a otros para evaluar su efectividad en el logro de una estética relevante, como suele ser la tendencia más fácil de la crítica, sino que simplemente se podrán agrupar las diversas manifestaciones artísticas, mezcladas bajo criterios temáticos comunes, y evaluar así su belleza.
Sobre los actores de la “Violencia Urbana”
Al aparecer la novela juvenil urbana en las últimas décadas del siglo XX, el tema de la “violencia” en la narrativa latinoamericana tenía ya una vieja tradición basada en las novelas de rebeliones campesinas ocurridas en todo el continente que acababan en masacres y masivas matanzas. Sobre los actores habremos de distinguir que en el tema de la “violencia rural” los verdugos venían de fuera del campo y las víctimas eran los campesinos; por el contrario, para el caso de la “violencia urbana”, verdugos y víctimas surgen de la ciudad misma.
Es necesario observar también la división de las poblaciones citadinas latinoamericanas en marcadas capas sociales. De las más altas se ocupará la novela juvenil urbana en un primer momento, como consecuencia de la influencia del éxito de la novela juvenil norteamericana y española. En 1985 Bret Easton Ellis triunfa con Menos que cero en USA, lo seguirán en España José Ángel Mañas con Historias del Kronen (1994) y Ray Loriga con Héroes (1996). Se trata de historias en las que niños ricos con dudas existenciales se permiten todo tipo de privilegios por el hecho de tener poder económico y social: consumo de cocaína, promuiscuidad, viajes a velocidad en autos de último modelo, competencia psicológica por lucir ropa de marca entre ellos y visitar las discotecas más exclusivas, etc. En Sudamérica los más vendidos en ese rubro serían después Fuguet (Chile) y Bayly (Perú).
Surgirá luego otra corriente dentro de esa literatura juvenil que ya no se centrará en los actores de las altas capas sociales, sino en los de las medias y bajas. Es en esas novelas donde serán más claros los ejemplos de la corporeización de la ciudad como personaje que se impone frente al joven que quiere salir adelante y triunfar (Al final de la calle de Oscar Malca) o simplemente sobrevivir (Virgen de los sicarios de Fernando Vallejo). En estas novelas se mostrarán igualmente los tipos de violencia que se ejercen como únicos instrumentos que posibilitan la movilización en la sociedad, ya sea para sobresalir o siquiera susbsistir, y no sólo simplemente como respuesta al vacío existencial. (Robos, golpizas, asaltos, violaciones, prostitución, tráfico, bulla, caos, anonimidad). A estas novelas cuyos actores pertenecen a las capas medias o bajas de la sociedad es a las que se ha dado en agrupar bajo el título de “Novela Joven Urbano Marginal”, pues es en ellas donde se mantiene mayor contacto con la idea de marginalidad existente en la tradición de la novela de la gran ciudad, que se remonta hasta la historia de la prostituta Babylon en la Biblia, como epíteto a la calidad de las ciudades grandes, y que encuentra dos significativos ejemplos en Crimen y Castigo de Dostoiewskij o Berlin Alexanderplatz de Döblin - ambas llevadas también a la pantalla grande - donde tanto Raskolnikov como Biberkopf son personajes marginales que luchan contra la ciudad, hecha un mounstruo violento, y ejercen la violencia en ella como arma de subsistencia.
La fuerza de las palabras y de las imágenes audiovisuales
Dadas las técnicas asumidas por la novela urbana de presentar imágenes en cortos monólogos o reflexiones, se puede dar un tipo de contacto con la técnicas cinematográficas o del cómic; es por ello que no parece descabellado el intento de contrastar el género novelesco con las producciones cinematográficas, de establecer acercamientos entre cierto discurso narrativo con un guión de cine, donde las imágenes se suceden como un torrente de flashes fugaces. Se ha hablado mucho del antiestilo de este tipo de novela urbano juvenil, en el que reina lo anecdótico, lo fragmentario, en contra de la forma narrativa lineal y coherente de la novela clásica. Se trata de un estilo que se acerca al video-clip o lluvia sucesiva de imágenes capaces de entenderse sin mayor esfuerzo. Por otro lado, la alusión en estas novelas a piezas musicales de fama mundial, les adhiere un transfondo específico, adaptable fielmente como banda sonora o fondo musical a las versiones de películas basadas en las novelas mismas.
Logros del cine y la literatura en el retrato de una realidad
Para algunos críticos literarios y cinematográficos queda, sin embargo, abierta la pregunta sobre los alcances del cine y la novela latinoamericanos últimos respecto a su efectividad en el logro de retratar la realidad a la que parecen aludir o si dichas obras son meras adaptaciones que pretenden encajar – a como de lugar - los retratos existentes en la tradición literaria y fílmica mundial de la “gran ciudad” en episodios de la realidad de los países de Latinoamérica
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Este texto fue escrito para el Forum de Ensayos del Seminario “Violencia urbana” im Film und in der Literatur Lateinamerikas, (Romanistik LMU), Prof. Rössner / Dr. Dünne, WS 2003-2004. Hasta hace poco aparecía online en:
www.lrz-muenchen.de/~Duenne/Essay%20Huamachumo.rtf.
FOTO: una calle de Lima, en verano de 2004.