Puente de los Suspiros en el distrito limeño de Barranco* |
"Es mi puente un poeta que me esperacon su quieta madera cada tarde.Y suspira y suspiro, me recibe y le dejosolo, sobre su herida su quebrada..." Puente de los Suspiros [1960, vals] Chabuca Granda
Los puentes en las ciencias humanas, pero sobre todo en la literatura, han servido, y sirven, con frecuencia como metáfora de unión entre dos entes que están separados, por naturaleza o por destino. Se habla del puente entre dos culturas antagónicas, del puente entre dos etapas históricas, de los puentes culturales que toda ciudad cosmopolita construye de manera permanente hacia lo que la va invadiendo. Desde el punto de vista arquitectónico, los puentes urbanos tienen en muchas ciudades una función ante todo práctica, es decir, sirven para unir dos espacios que, de otra manera, quedarían aislados, porque los separa un canal, un río o un abismo, o el mar de automóviles de una gran vía. Y hete ahí que, en el caso de los puentes peatonales, estos incluso llegan a ser útiles para salvar vidas humanas, aquellos sobre grandes avenidas o la Panamericana Sur, por ejemplo, que invitan al apurado citadino temerario de las grandes urbes a no cruzar a pie pistas de alta velocidad, sino a utilizarlos.
De otro lado, totalmente diferente, hay puentes que se han convertido en símbolo emblemático de grandes ciudades, y también al revés, ciudades que han hecho de ciertos puentes propios el símbolo de una leyenda, de una creencia, de una marca comercial-cultural. Y en ese afán, muchas veces, el significado o utilidad originaria de aquella construcción urbana ha perdido, o ganado, lecturas.
Seguir leyendo aquí: OTROLUNES - REVISTA HISPANOAMERICANA DE CULTURA (enero 2023, año 17, nrº 63)
Publicado en: URBES TEXTUALES (München, 2023; 84 págs / ISBN 978-3-758432262).
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*Fuente de la imagen: Commons.wikipedia.org