"El pasaporte es
la parte más noble de una persona" Bertolt Brecht.
En estos días se viene llevando a cabo en la
ciudad de Augsburgo, al sur de Baviera, en Alemania, el sexto "Festival Brecht",
dedicado a la memoria del artista alemán nacido en dicha ciudad: Bertolt Brecht
(1898-1956). El "Festival Brecht" de
Augsburgo (del 30 de enero hasta el 10 de febrero) ha reunido este año a
artistas del teatro, la literatura y la música bajo el tema del exilio, circunstancia
a la que se vio forzado el mismo Brecht, cuando fue perseguido por el
nacionalsocialismo y tuvo que abandonar su patria en 1933. En el extranjero el dramaturgo y poeta
alemán mantuvo una etapa muy productiva en su carrera artística que, a pesar
del dolor de la distancia, le permitió plantear en libertad cuestiones muy
críticas respecto a su sociedad.
Siendo el exilio un tema tan actual en Alemania, y
en Baviera −−receptora a diario de refugiados de
países en actual conflicto, del Este, del Oriente y del África−− este festival constituye en esta oportunidad un
foro abierto para desde el arte replantear algunos aspectos de las políticas de
ayuda internacional revisando la obra brechtiana. El PEN-Club −−al cual perteneció
también el mismo Brecht−− no pudo, por ello, faltar en el debate
y está presentando un ciclo de lecturas a cargo de escritores y poetas que
participan del programa de becas del PEN-Zentrum de Alemania: "Escritores
desde el exilio". Inauguró el forum, el pasado martes 3 de febrero, la
escritora tunesina Najet Adouani con la lectura en lengua original de algunos
poemas que acaban de aparecer en una edición bilingüe bajo el título de Meerwüste
(Berlin: Lotos Werkstatt, 2015), traducidos al alemán por Leila Chamaa, quien
además participó en el evento como intérprete.
La poeta Najet Adouani fue presentada por Franziska
Sperr, vizepresidenta del Pen Club Alemania, para seguidamente sostener una
reveladora conversación con el periodista Ulrich Ladurner (del diario Die Zeit) sobre las amenazas a la libertad luego de la conocida
Primavera Tunesina y sus posibles soluciones, así como sobre su vida y obra. La poeta contó −−entre otras cosas−− cómo logró
asistir a la escuela, a pesar de las prohibiciones de su padre, y que ya
escribía poemas a los ocho años; describió también cómo los tabúes y la dura
realidad de su sociedad la incentivaron aún más a escribir, siendo arrestada
por la policía por primera vez durante un recital con unos textos que dedicó a
los mineros de la región, cuando apenas era una muchacha. Más tarde, incursionó
en la crítica abierta a través de la prensa internacional, lo cual puso en riesgo su integridad por las constantes amenazas a su vida y tuvo que abandonar su país. Adouani piensa que debería decretarse el
libre tránsito por el mundo, sin visas, para poetas y escritores. Su patria,
dijo, es el recuerdo del jardín de su madre en Túnez y también todo aquel lugar
donde la rodeen personas que crean en la libertad de expresión. Entre su obra
se cuentan seis libros de poesía y numerosos artículos periodísticos.
Actualmente Najet Adouani vive en Alemania.