En el
invierno de 1998, gracias al fenómeno del Niño, el frío no pasó por Lima. Así
pude ese año, en una veraniega noche limeña de un insomne 28 de julio, armar un
librito con un puñado de cuentos míos ––recopilados de talleres, concursos
y otros experimentos–– para que un editor los
publicara.
Mas la
tecnología, o el destino, o mi torpeza con las computadoras, hizo en aquel
entonces que por un error humano me quedara sin mis materiales, truncándose así
el plan.
Casi
quince años después, gracias a la tecnología, o al destino, pude recuperar muchos de aquellos escritos y colgarlos por fin en la red, como una antiedición de
aquel librito, pecado de juventud de oficio.
Y ahora los he podido publicar en Alemania, en versión impresa, asequible a todo el mundo a través del portal de la editorial.
Y ahora los he podido publicar en Alemania, en versión impresa, asequible a todo el mundo a través del portal de la editorial.
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Entrada actualizada: dic 2015