Günter
Grass en el Festival de Literatura 2014
de Múnich.
(Fotos: © Ofelia Huamanchumo).
Después de varios años el poeta, escritor
y artista gráfico Günter Grass (Premio Nobel de Literatura 1999) visitó la
ciudad de Múnich para participar en una de las veladas de presentaciones de
libros con autores, lecturas y discusión, del Festival de Literatura 2014, que se lleva a cabo anualmente en esta
ciudad junto con la Exposición de Libros
de Múnich (Münchner Bücherschau) —que este año se celebró por
55a. vez—
y los programas culturales del Forum de
Autores y la Casa de la Literatura de
Múnich.
El laureado
escritor fue presentado por el profesor de Filología Alemana, Heinrich
Detering, de la Georg-August-Universität de Göttingen,
quien en amena conversación discutió posiciones con el autor y le planteó preguntas
en torno a sus novelas y a los personajes, figuras y motivos en ellas, a todo lo cual Günter Grass, a sus 87 años
de edad, supo responder con acertada lucidez, agudo humor y mucho sentimiento. El
autor alemán además deleitó al público con la lectura de un extenso pasaje de
su novela Hundejahre (1963) —"Años de perro"— obra cuya reedición especial por los 50 años de su primera
publicación era el motivo de la reunión.
A
la pregunta por el parecer del escritor respecto a lo que actualmente decía la
crítica sobre su novela Hundejahre en
relación a lo que dijera hace 50 años, el autor respondió que la gran
diferencia estaba en que los críticos literarios de antes leían todo el libro,
pero los de ahora opinaban sin leer.
Por otra parte, y ateniendo a la pregunta por sus comienzos de escritor,
cuando no era tan famoso y tenía que aceptar que las editoriales reunieran bajo un título a sus novelas —como
sucedió, por ejemplo, con la Trilogía de Danzig, que se le ocurrió a un profesor inglés de Germanística—, dijo que eso era lo que
tocaba hacer porque no podía otra cosa; y que luego de la relectura de su novela después de tantos años le había parecido igual de buena y vigente, puesto que "los libros
son más inteligentes que sus autores", y finalmente caminan solos.
También se le preguntó por su conexión
con el mágico realismo americano y la figura de García Márquez, cuya obra, según el
entrevistador, formaba un paralelo con la del alemán. Günter Grass dijo que eso
podía ser posible, pero no por influencia de García Márquez, sino porque esa
visión mágica y gigantesca de la vida estaba ya en el barroco alemán y sobretodo
en el romanticismo, aparte que El Tambor
de Hojalata había sido publicado antes que Cien años de Soledad (1967). Él veía en su obra mayor influencia de la
picaresca, que también consideraba crucial en las obras de los mejores
escritores europeos.
Entre
las diversas opiniones que el escritor alemán brindó respecto a
acontecimientos de la historia alemana en los oscuros años de la dominación
nazi, fue una la que arrancó los más calurosos aplausos del público: "Esa
parte de la historia de Alemania es insuperable, porque no se debe superar, y
aquel que diga lo contrario no ha entendido todavía la dimensión de aquella
tragedia".
Finalmente
contó lo mucho que le afectó ver que uno de los mejores críticos de la
literatura alemana apareciera una vez en la portada de una renombrada revista
alemana rompiendo una de sus obras en dos. En aquella oportunidad se volvió a refugiar en sus artes gráficas,
pintando acuarelas junto a sus poemas, productos que fueron tildados por otro
crítico como 'Aquadichte' (fusión de 'acuarela' y 'poemas'; en alemán
'Gedichte' significa 'poemas').
La
novela Hundejahre (1963) es la
tercera de la llamada 'Trilogía de Danzig', junto con el Tambor de Hojalata (1960) y El gato y el ratón (1961). Esta obra hace alusión al mundo
de los pastores alemanes, perro preferido de Hitler, como reflejo figurado de las ideologías racistas de los
nazis, y presenta como transfondo histórico los años que van desde la primera
guerra mundial, pasando por el
nacionalsocialismo, la postguerra y el 'milagro económico alemán'.